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Ciertas zonas del mundo corren un alto riesgo sísmico: por desgracia, es un hecho confirmado por la experiencia cotidiana de muchos de nosotros.

Todos tenemos en mente las imágenes del devastador terremoto que azotó una vasta zona en la frontera entre el suroeste de Turquía y el noreste de Siria el 6 de febrero de 2023, causando víctimas y daños incalculables.

Evitar un terremoto es imposible, pero predecirlo sí, y limitar los daños también. Necesitamos construcciones antisísmicas y actualizaciones constantes sobre la evolución de los movimientos tectónicos de nuestro planeta.

Se trata de inversiones muy importantes, que requieren además un cambio progresivo de mentalidad. Sin embargo, lo que sí podemos hacer a nuestra pequeña manera es dotar a nuestros hogares de equipos que ayuden a prevenir o limitar los daños: por eso en Beinat hemos perfeccionado el GS920, un detector de gases explosivos para uso civil con dispositivo antisísmico integrado.

El GS920 está equipado con un microprocesador que controla el sensor catalítico para detectar la presencia de gases explosivos como el metano o el GLP. El mismo sensor también registra los temblores sísmicos, controla las electroválvulas de seguridad de gas y activa su cierre en caso de evento sísmico, bloqueando el gas en la fuente y evitando peligrosas explosiones causadas por fugas de gas durante un terremoto. Por último, el circuito de control de eficacia del sensor señala inmediatamente cualquier avería, manteniendo el detector en funcionamiento en todo momento.

El detector de gas GS920 con la forma y dimensiones (115x150x50) de nuestra serie «Ovolus» puede ser de gran ayuda en situaciones de emergencia. Siempre esperando que nunca haya una necesidad.