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L’ATEX es una directiva que remite, a su vez, a dos Directivas de la Unión Europea que regulan un aspecto muy importante: la gestión de todos aquellos lugares de trabajo con riesgo de explosión. Lugares donde, por ejemplo, los procesos de producción involucran líquidos, gases o polvos inflamables o combustibles.

La certificación ATEX, por lo tanto, es simplemente esencial en muchas fábricas y empresas, por una variedad de razones además del cumplimiento de las leyes de la Unión Europea. De hecho, las instalaciones que cumplen con ATEX tienen un riesgo de explosión mucho menor y, por lo tanto, contribuyen a salvaguardar la seguridad de las vidas humanas y la protección de edificios completos. Desafortunadamente, los informes de empresas destruidas por explosiones siguen siendo bastante comunes.

Una sonda de detección certificada ATEX se convierte en una herramienta fundamental: en Beinat, gracias a nuestros muchos años de experiencia en el campo, hemos desarrollado SG895, una sonda de detección de gases certificada ATEX con grado de protección antideflagrante IP66/67, gracias a los innovadores sensores con tecnología catalítica para detectar gases explosivos y tóxicos en el aire.

La sonda reúne mucha tecnología: está gestionada por un microprocesador que, además de transmitir la alarma a la centralita a la que está conectada, realiza un autodiagnóstico del sistema y por tanto una calibración automática, que permite el SG895 para adaptarse incluso a los entornos más difíciles, evitando falsas alarmas innecesarias (y peligrosas).

Recomendamos probar el SG895 con nuestro instrumento TS1008: de esta manera su confiabilidad se vuelve máxima y puede (realmente) salvar muchas vidas. Haga clic aquí para conocer todos los detalles de SG895.